Ilusiones


"No existe ningún problema que no te aporte simultáneamente un don.
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Richard Bach - Ilusiones

viernes, 11 de marzo de 2016

LA DANZA DE LA MUERTE


La Danza de la muerte es un género artístico cuyo tema es la universalidad de la muerte. Se trata de un diálogo en verso que se puede representar, es la personificación alegórica de la Muerte, como un esqueleto humano, que llama a los muertos de distinta posición social o en diferentes etapas en la vida para bailar alrededor de las tumbas. Generalmente estas figuras eran el Papa, el Obispo, el Emperador, el Sacristán y el Labrador entre otros.


La muerte les recuerda que todos han de morir y que los placeres mundanos tienen su fin. Se cree que las danzas de la muerte eran representaciones bailadas en teatros en el siglo XIV.


Este macabro espectáculo tuvo su desarrollo en la literatura europea y principalmente de la que procedía de Francia. El tema de la muerte estuvo presente en toda la Baja Edad Media y frente a ella no había resignación sino terror ante la pérdida de los placeres terrenales. 




Por un lado tiene una intención religiosa: recordarnos que los goces del mundo no son eternos y que hay que estar preparado para morir cristianamente; pero por otro lado también tiene una intención satírica al mostrar que todos vamos a morir, con independencia de edad o posición social, ya que para la muerte todos somos iguales y no hace diferencias ni excepciones. También hay que tener en cuenta la influencia que tuvo artísticamente, como en los  los grabados que hicieron Hans Holbein el Viejo (publicados en 1538) y Heinrich Aldegrever (1541). Ya en el siglo XIX, el caricaturista Thomas Rowlandson lanzó otra versión grabada de tono más humorístico.




Existe una "Danza general de la Muerte" escrita en castellano de la que se conserva un manuscrito en la Biblioteca del monasterio de El Escorial y que fue compuesta a principios del siglo XV. Dicha obra se compone de más de seiscientos versos dodecasílabos en coplas de arte mayor en los que van desfilando y lamentándose todas las figuras representativas de los tres estamentos sociales medievales (nobleza, clero y plebe) sucesivamente invitados por la Muerte a unirse a su danza.


Las gentes medievales estaban familiarizadas con la idea de la muerte y la llevaron al arte. Estas danzas de la muerte se representaban mayormente en semana santa. Todas las clases sociales estaban representadas bailando con esqueletos.


También la literatura sufrió su influencia, en el capítulo XI de la segunda parte de El Quijote, Don Quijote y Sancho encuentran a una compañía de cómicos que representan Las Cortes de la Muerte, un auto sacramental de Lope de Vega y durante el Barroco nos encontramos las últimas referencias en los autos de Pedro Calderón de la Barca y en los Sueños (1627) de Francisco de Quevedo.




Algunas piezas musicales (sobre todo del siglo XIX) fueron influencias también por la temática de la Danza de la Muerte.


Una de las más destacadas es "la Danse macabre de Camille Saint-Saëns". En ese poema sinfónico un violín solista tocado por la muerte que lleva la voz cantante se impone sobre el resto de instrumentos, representación de los mortales. 



"La Danse macabre de Camille Saint-Saëns".

La «Danza macabra» (Danse macabre) opus 40, es un poema sinfónico compuesto por Camille Saint-Saëns en 1874, esta inspirado  en un poema de Henri Cazalis recreando la antigua superstición de la Danza de la Muerte. Es una de las composiciones más populares de este autor.

Esta obra se estrenó en la ciudad de París el 24 de enero de 1875, y nos describe a la Muerte tocando el violín a medianoche. A su ritmo, los esqueletos bailan alrededor de las tumbas y al amanecer, con el canto del gallo, los muertos vuelven a sus tumbas.

La obra es interpretada principalmente por un concertino ejecutando un obbligato de violín, acompañado por una orquesta cuya sección de viento está compuesta por un flautín, dos flautas, dos oboes, dos clarinetes soprano, dos Fagots, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones y una tuba. La sección de percusión incluye Timbal de concierto, xilófono, bombo, platillos y triángulo. La sección de cuerda debe contar con un concertino acompañado por violines, violas y un arpa.


Poema original de Henri Cazalis.

Tap, tap, tap, índice de mortalidad
Golpeando una tumba con sus talones ,
La muerte a medianoche toca una melodía de baile.
Toca, toca, toca su violín 

El viento de invierno sopla, y la noche es oscura, 
Gemidos salen de los tilos ;
Los esqueletos blancos pasan a través de las sombras
Correr y saltar sobre grandes cuerdas,

Tap, tap, zag, meneándose,
se oyen romperse los huesos de los bailarines,
Una pareja lasciva se sienta en el musgo
a saborear los viejos dulces.

Tap, tap, zag, la muerte continua
Raspando su instrumento agudo sin fin.
Un velo ha caído! El bailarín está desnudo!
Su pareja con amor la calienta.

La mujer se dice que es, marquesa o baronesa.
Y el galante verde un pobre carretero - horror!
Ahora ella se rinde
como si el fuera un barón!

Zig Zig Zig, la zarabanda!
¿Qué círculos de manos sostienen a los muertos!
Tap, tap, zag, la banda se ve
jugueteando con el rey feo!

Pero psit! De repente la ronda se va,
Rodamos, huimos, el gallo canta.
Oh ! Hermosa noche para los pobres del mundo!
Viva la muerte y la igualdad.





La danza de la muerte también ha influenciado en el cine:




una de las más famosas obras en la que podemos contemplarlo es la escena que aparece al final de la película El séptimo sello, de Ingmar Bergman, en la que el personaje José (Jof en la versión original) dice a su esposa:


"La Muerte, severa, los invita a danzar. Van cogidos de las manos haciendo una larga cadena y empieza la danza. Delante va la misma Muerte con su guadaña y su reloj de arena.(...) Ya marchan todos, hacia la oscuridad, en una extraña danza. Ya marchan huyendo del amanecer, mientras la lluvia lava sus rostros, surcados por la sal de las lágrimas."







2 comentarios:

  1. Hola, Mª Antonia, una entrada muy interesante. Me ha gustado el poema, en él veo más la parte satírica (sobre todo cuando habla de la condesa o baronesa que se entrega a un pobre carretero) y es que la muerte todo lo iguala, no conoce de clases sociales.
    Me ha encantado leerte. Un beso enorme

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Chari, me alegra que te haya gustado. Realmente es así, ante la muerte todos somos iguales y siempre llega.

      Besosss mafar

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