Ilusiones


"No existe ningún problema que no te aporte simultáneamente un don.
Busca los problemas porque necesitas sus dones."

"Justifica tus limitaciones y ciertamente las tendras"

Richard Bach - Ilusiones

miércoles, 21 de agosto de 2019

LA TORMENTA DE SANTA ROSA





La Tormenta de Santa Rosa o Temporal de Santa Rosa es la expresión popular para designar una tormenta que se suele desarrollar en el Hemisferio Austral en un periodo de tiempo de cinco días antes o después del 30 de agosto, día que corresponde a la festividad de Santa Rosa de Lima, "Patrona de las Américas". 



La presencia de aire cálido y húmedo proveniente del norte, sumado al aumento de la radiación solar sobre el suelo y a la entrada de perturbaciones sinópticas desde el oeste, puede dar lugar a la aparición del fenómeno de tormenta al final del invierno.


Dicha expresión tiene sus orígenes en una leyenda que atribuyó poderes místicos a Isabel Flores de Oliva. Cuentan que en 1615 en la “Ciudad de Los Reyes” (Lima) una religiosa llamada Rosa – (Isabel Flores de Oliva, 1586-†1617) – encabezó una plegaría desde una de las iglesias de la ciudad, ante el posible desembarco de piratas holandeses que ya habían asaltado el puerto vecino de El Callao. Sin previo aviso, comenzó una gran tormenta que impidió a las embarcaciones acercarse a tierra y así, la ciudad de Lima quedó a salvo. Los creyentes comenzaron a atribuir la presencia de la tormenta y la huida de los piratas al poder místico de Rosa.


La leyenda se popularizó en Argentina, con bastante fuerza en la zona del Río de la Plata, en Córdoba y en la región de Cuyo. La capital de la Provincia de La Pampa lleva su nombre. Es una región realmente seca, aunque es poco frecuente que la tormenta (muy beneficiosa allí) se produzca.


La tormenta puede ser un mito, aunque es muy probable que ahora se esté convirtiendo en realidad, debido a los efectos del calentamiento global. 




LA CONSTELACION DE GÉMINIS


Los gemelos Cástor y Pólux, eran hijos de Leda. El padre de Pólux era Zeus (Júpiter) y Cástor era hijo de un rey mortal, Tindáreo de Esparta, por ello Cástor era mortal y Pólux gozaba de divinidad. Eran inseparables y se profesaban un amor incondicional. Son considerados como símbolo del "amor fraternal".


Eran estupendos guerreros y grandes jinetes aunque Cástor era más conocido por su habilidad para la doma de caballos y Pólux por su destreza en la lucha cuerpo a cuerpo.


Cuando Cástor falleció Pólux rogó a su padre que le permitiera morir también, pese a su naturaleza inmortal, pues no deseaba sobrevivir a su hermano. Zeus le ofreció la vida eterna entre las deidades del Olimpo, privilegio que Pólux rehusó a menos que pudiera compartirlo con su hermano.




Zeus al ver el sufrimiento de su hijo ante la separación de su hermano, decreto finalmente que los gemelos compartieran la inmortalidad y la muerte, así se alternaban como dioses en el Olimpo y como mortales fallecidos en el Hades. Y como muestra del amor fraternal que sentían el uno por el otro les asignó las dos estrellas más brillantes  de la constelación de Géminis que reciben el nombre de los Gemelos.


Cástor y Pólux, también conocidos por los Dioscuros,  al convertirse en estrellas pasaron a ser protectores y guardianes de los navegantes, eran identificados con el fenómeno conocido como Fuego de San Telmo, un resplandor de color blanco azulado, a veces con una apariencia semejante a la del fuego, que se produce durante las tormentas eléctricas en estructuras elevadas; como en lo alto de las arboladuras de los barcos y que ha sido vista en muchas ocasiones a por los marineros.





LA VÍA LACTEA





Aunque siempre se describe a Hera (Juno) como enemiga de Hércules (Heracles), pues siempre la recordaba la infidelidad de Zeus con Alcmena, en cierta ocasión lo amamantó como si fuera su propia madre.


Mientras Hera dormía, el bromista y embaucador dios Hermes (Mercurio) llevó al niño hasta el Olimpo y puso su boca en el pecho de la diosa, quién instintivamente comenzó a darle de mamar; hasta que Hércules la mordió tan fuerte que Hera se despertó y reconociéndolo le apartó de su lado bruscamente.


Hércules no sufrió daño alguno, pero la leche de Hera siguió manando, saliendo disparada hacia el cielo para conformar la Vía Láctea.









viernes, 16 de agosto de 2019

EL BUSCADOR


Un cuento de Jorge Bucay





Hace dos años, cuando terminaba una charla para un grupo de parejas, conté, como suelo hacer, un cuento a manera de regalo de despedida.

Para mi sorpresa, esta vez, alguien del grupo pidió la palabra y se ofreció a regalarme una historia.

Ese cuento que quiero tanto, lo escribo ahora en memoria de mi amigo Jay Rabon.







Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador. Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.


Un día nuestro Buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó Kammir a lo lejos, pero un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. Estaba rodeaba por completo por una especie de valla pequeña de madera lustrada, y una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.


El Buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como por azar entre los árboles. Dejó que sus ojos, que eran los de un buscador, pasearan por el lugar… y quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción? Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días? Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, y sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar?


Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Al acercarse a leerla, descifró: Lamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas. El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.


El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.


– No, ningún familiar? dijo el buscador – Pero… ¿qué pasa con este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de niños?


El anciano cuidador sonrió y dijo:

“Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré… 

Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de entonces, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en ella: a la izquierda, qué fue lo disfrutado, a la derecha, cuánto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana, dos? ¿Tres semanas y media? ¿Y después?, la emoción del primer beso, ¿cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana? ¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? ¿Y el casamiento de los amigos? ¿Y el viaje más deseado? ¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano? ¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?, ¿horas?, ¿días?


Así vamos anotando en la libreta cada momento, cada gozo, cada sentimiento pleno e intenso… Y cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. 


"Porque ése es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.”





domingo, 4 de agosto de 2019

DYLAN THOMAS - POEMAS


Poeta, escritor de cuentos, guionista, locutor de radio y dramaturgo británico.
Premio Foyle de poesía (1952)


And death shall have no dominion (Y la muerte no tendrá dominio), Deaths and Entrances (Muertes y entradas), Collected Poems (Recopilación poemas 1934-1952) donde esta incluido un poema a la muerte de su padre, Do not go gentle into that good night, (No vayas gentilmente a esa buena noche). Bajo el bosque lácteo, son algunas de sus obras más importantes y conocidas.


Nació el 27 de octubre de 1914 en Swansea, Gales, Reino Unido.

Falleció el 9 de noviembre de 1953, de neumonía a los 39 años en Nueva York, Estados Unidos.


Y la muerte no tendrá dominio.


Y la muerte no tendrá dominio.

Desnudos los muertos serán uno 
con el hombre en el viento y la luna de poniente; 
cuando sus huesos estén roídos y una vez limpios
       desaparezcan, 
tendrán estrellas en sus codos y en sus pies; 
aunque se vuelvan locos estarán cuerdos,
aunque se hundan en el mar de nuevo resurgirán,
aunque mueran los amantes el amor sobrevivirá;
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.

Bajo los torbellinos del mar 
los que yacen tendidos no morirán aterrados; 
retorciéndose en el potro cuando los nervios cedan, 
amarrados a una rueda, aún no se romperán; 
la fe en sus manos se partirá en dos, 
y los males correrán como unicornios; 
rotos todos los cabos ya no crujirán más; 
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.

Aunque las gaviotas no griten más en su oído 
ni las olas estallen ruidosas en las costas; 
aunque no broten flores donde antes brotaron, ni levanten 
ya más la cabeza al golpe de la lluvia; 
aunque estén locos y muertos como clavos, 
las cabezas de los cadáveres martillearan margaritas; 
estallarán al sol hasta que el sol estalle, 
y la muerte no tendrá dominio.





“Los amantes de Valardo”
Yacimiento arqueológico cerca de Mantua - Italia.

Un hombre y una mujer abrazados desde
 hace más de 6.000 años.



No vayas gentilmente a esa buena noche...


No vayas gentilmente a esa buena noche.
La vejez debería delirar y arder cuando se cierra el día;
Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.

Aunque los sabios al morir entiendan que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no ensartaron relámpagos
No vayas gentilmente a esa buena noche.

Hombres buenos, que tras la última ola, lloran por ese brillo,
con que sus actos frágiles pudieron danzar en una bahía verde
rabian, rabian contra la agonía de la luz.

Hombres salvajes que capturaron y cantaron al sol en vuelo.
y aprenden, ya muy tarde, que llenaron de pena su camino
No vayas gentilmente a esa buena noche.

Hombres graves, cerca de la muerte, que ven con visión cegadora
cuánto los ojos ciegos pudieron alegrarse y arder como meteoros
rabian, rabian contra la agonía de la luz.

Y tú, mi padre, allá en la triste altura
maldíceme, bendíceme, ahora con tus fieras lágrimas, te lo ruego.
No vayas gentilmente a esa buena noche.
Rabia, rabia contra la agonía de la luz.





De los suspiros algo nace...

De los suspiros algo nace
que no es la pena, porque la he abatido
antes de la agonía; el espíritu crece
olvida y llora:
algo nace, se prueba y sabe bueno,
todo no podía ser desilusión:
tiene que haber, Dios sea loado, una certeza,
si no de bien amar, al menos de no amar,
y esto es verdadero luego de la derrota permanente.

Después de esa lucha que los más débiles conocen.
hay algo más que muerte;
olvida los grandes sufrimientos o seca las heridas,
él sufrirá por mucho tiempo
porque no se arrepiente de abandonar una mujer que espera
por su soldado sucio con saliva de palabras
que derraman una sangre tan ácida.

Si eso bastase, bastaría para calmar el sufrimiento,
arrepentirse cuando se ha consumido
el gozo que en el sol me hizo feliz,
qué feliz fui mientras duró el gozar,
si bastara la vaguedad y las mentiras dulces fueran suficiente,
las frases huecas podrían soportar todo el sufrimiento
y curarme de males.

Si eso bastase: hueso, sangre y nervio,
la mente retorcida, el lomo claramente formado,
que busca a tientas la sustancia bajo el plato del perro,
el hombre debería curarse de su mal.
Pues todo lo que existe para dar yo lo ofrezco:
unas migas, un granero y un cabestro.



Donde una vez las aguas de tu rostro

Donde una vez las aguas de tu rostro
giraron impulsadas por mis hélices, sopla tu áspero fantasma,
los muertos alzan la mirada;
donde un día asomaron el pelo los tritones
a través de tu hielo, el viento áspero navega
por la sal, la raíz, las huevas de los peces.

Donde una vez tus verdes nudos hundieron su atadura
en el cordón de la marea, allí camina ahora
el vegetal destejedor
con tijeras filosas, empuñando el cuchillo
para cortar los canales en su origen
y derribar los frutos empapados.

Invisibles, tus mareas medidoras del tiempo
irrumpen en las camas galantes de las algas;
el alga del amor se vuelve mustia;
allí en torno a tus piedras
sombras de niños van, que desde su vacío
lloran ante el mar colmado de delfines.

Secos como la tumba, tus coloreados párpados
no serán aherrojados mientras la magia se deslice
sabia sobre el cielo y la tierra;
habrá corales en tus lechos,
habrá serpientes en tus mareas,
hasta que mueran todos nuestros juramentos del mar.





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jueves, 1 de agosto de 2019

MARIO BENEDETTI - POEMAS 2


Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugialo
14 de septiembre de 1920 - Paso de los Toros, Uruguay
17 de mayo de 2009 - Montevideo, Uruguay
Esposa : Luz López - 1946 - 2006  
Escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo
integrante de la generación del 45

Todavía

No lo creo todavía 
estás llegando a mi lado 
y la noche es un puñado               
de estrellas y de alegría 

palpo gusto escucho y veo 
tu rostro tu paso largo               
tus manos y sin embargo 
todavía no lo creo 

tu regreso tiene tanto               
que ver contigo y conmigo 
que por cábala lo digo 
y por las dudas lo canto               

nadie nunca te reemplaza 
y las cosas más triviales 
se vuelven fundamentales               
porque estás llegando a casa 

sin embargo todavía 
dudo de esta buena suerte               
porque el cielo de tenerte 
me parece fantasía 

pero venís y es seguro               
y venís con tu mirada 
y por eso tu llegada 
hace mágico el futuro               

y aunque no siempre he entendido 
mis culpas y mis fracasos               
en cambio sé que en tus brazos 
el mundo tiene sentido 

y si beso la osadía               
y el misterio de tus labios 
no habrá dudas ni resabios 
te querré más               
todavía.




Te quiero
       
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
              
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
              
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
              
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
              
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos...


Hombre que mira más allá de sus narices

Hoy me despierto tosco y solitario 
no tengo a nadie para dar mis quejas               
nadie a quien echar mis culpas de quietud 

sé que hoy me van a cerrar todas las puertas               
y que no llegará cierta carta que espero 
que habrá malas noticias en los diarios               
que la que quiero no pensará en mí 
y lo que es mucho peor               
que pensarán en mi los coroneles 
que el mundo será un oscuro 
paquete de angustias               
que muchos otros aquí o en cualquier parte 
se sentirán también toscos y solos               
que el cielo se derrumbará 
como un techo podrido

y hasta mi sombra               
se burlará de mis confianzas 
menos mal 
que me conozco               
menos mal que mañana 
o a más tardar pasado 
sé que despertaré alegre y solidario               
con mi culpita bien lavada y planchada 
y no solo se me abrirán las puertas               
sino también las ventanas y las vidas 
y la carta que espero llegará               
y la leeré seis o siete veces 
y las malas noticias de los diarios               
no alcanzarán a cubrir las buenas nuevas 
y la que quiero 
pensará en mi hasta conmoverse               
y lo que es muchísimo mejor 
los coroneles me echarán al olvido               
y no solo yo muchos otros también 
se sentirán solidarios y alegres               
y a nadie le importará 
que el cielo se derrumbe 
y más de uno dirá que ya era hora               
y mi sombra empezará a mirarme con respeto 

será buena 
tan buena la jornada               
que desde ya 
mi soledad se espanta.


Pequeñas muertes

Los sueños son pequeñas muertes               
tramoyas anticipos simulacros de muerte 
el despertar en cambio nos parece               
una resurrección y por las dudas 
olvidamos cuanto antes lo soñado               
a pesar de sus fuegos sus cavernas 
sus orgasmos sus glorias sus espantos
           
los sueños son pequeñas muertes 
por eso cuando llega el despertar               
y de inmediato el sueño se hace olvido 
tal vez quiera decir que lo que ansiamos               
es olvidar la muerte 
apenas eso.


Por siempre

Si la esmeralda se opacara,               
si el oro perdiera su color, 
entonces, se acabaría 
nuestro amor.               

Si el sol no calentara, 
si la luna no existiera, 
entonces, no tendría               
sentido vivir en esta tierra 
como tampoco tendría sentido 
vivir sin mi vida,               
la mujer de mis sueños, 
la que me da la alegría... 

Si el mundo no girara               
o el tiempo no existiese, 
entonces, jamás moriría 
Jamás morirías               
tampoco nuestro amor... 

pero el tiempo no es necesario 

nuestro amor es eterno               
no necesitamos del sol 
de la luna o los astros 
para seguir amándonos...               

Si la vida fuera otra 
y la muerte llegase 
entonces, te amaría               
hoy, mañana... 
por siempre... 
todavía.



A la izquierda del roble

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero el Jardín Botánico es un parque dormido
En el que uno puede sentirse árbol o prójimo
Siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.

El secreto es apoyarse digamos en un tronco
Y oír a través del aire que admite ruidos muertos
Cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
Una agradable propensión a los sueños,
A que los insectos suban por las piernas
Y la melancolía baje por los brazos
Hasta que uno cierra los puños y la atrapa.

Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
Y ver cómo las nubes se disputan las copas
Y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Ah pero las parejas que huyen al Botánico
Ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
Hablan por lo común de temas importantes
Y se miran fanáticamente a los ojos
Como si el amor fuera un brevísimo túnel
Y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.

Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(También podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
Hablan y por lo visto las palabras
Se quedan conmovidas a mirarlos
Ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero es lindísimo imaginar qué dicen
Sobre todo si él muerde una ramita
Y ella deja un zapato sobre el césped
Sobre todo si él tiene los huesos tristes
Y ella quiere sonreír pero no puede.

Para mí que el muchacho está diciendo
Lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Ayer llegó el otoño
El sol de otoño
Jardín Botánico - Montevideo
Y me sentí feliz
Como hace mucho
Qué linda estás
Te quiero
En mi sueño
De noche
Se escuchan las bocinas
El viento sobre el mar
Y sin embargo aquello
También es el silencio
Mírame así
Te quiero
Yo trabajo con ganas
Hago números
Fichas
Discuto con cretinos
Me distraigo y blasfemo
Dame tu mano
Ahora
Ya lo sabés
Te quiero
Pienso a veces en Dios
Bueno no tantas veces
No me gusta robar
Su tiempo
Y además está lejos
Vos estás a mi lado
Ahora mismo estoy triste
Estoy triste y te quiero
Ya pasarán las horas
La calle como un río
Los árboles que ayudan
El cielo
Los amigos
Y qué suerte
Te quiero
Hace mucho era niño
Hace mucho y qué importa
El azar era simple
Como entrar en tus ojos
Dejame entrar
Te quiero
Menos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero puede ocurrir que de pronto uno advierta
Que en realidad se trata de algo más desolado
Uno de esos amores de tántalo y azar
Que Dios no admite porque tiene celos.

Fíjense que él acusa con ternura
Y ella se apoya contra la corteza
Fíjense que él va tildando recuerdos
Y ella se consterna misteriosamente.

Para mí que el muchacho está diciendo
Lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Vos lo dijiste
Nuestro amor
Fue desde siempre un niño muerto
Sólo de a ratos parecía
Que iba a vivir
Que iba a vencernos
Pero los dos fuimos tan fuertes
Que lo dejamos sin su sangre
Sin su futuro
Sin su cielo
Un niño muerto
Sólo eso
Maravilloso y condenado
Quizá tuviera una sonrisa
Como la tuya
Dulce y honda
Quizá tuviera un alma triste
Como mi alma
Poca cosa
Quizá aprendiera con el tiempo
A desplegarse
a usar el mundo
Pero los niños que así vienen
Muertos de amor
Muertos de miedo
Tienen tan grande el corazón
Que se destruyen sin saberlo
Vos lo dijiste
Nuestro amor
Fue desde siempre un niño muerto
Y qué verdad dura y sin sombra
Qué verdad fácil y qué pena
Yo imaginaba que era un niño
Y era tan sólo un niño muerto
Ahora qué queda
Sólo queda
Medir la fe y que recordemos
Lo que pudimos haber sido
Para él
Que no pudo ser nuestro
Qué más
Acaso cuando llegue
Un veintitrés de abril y abismo
Vos donde estés
Llevale flores
Que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero el Jardín Botánico es un parque dormido
Que sólo despierta con la lluvia.

Ahora la última nube ha resuelto quedarse
Y nos está mojando como alegres mendigos.

El secreto está en correr con precauciones
A fin de no matar ningún escarabajo
Y no pisar los hongos que aprovechan
Para nadar desesperadamente.

Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
Aquellos dos a la izquierda del roble
Eternos y escondidos en la lluvia
Diciéndose quién sabe qué silencios.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
Aquí se quedan sólo los fantasmas.

Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.



El amor es un centro

Una esperanza un huerto un páramo
una migaja entre dos hambres

el amor es campo minado
un jubileo de la sangre
cáliz y musgo / cruz y sésamo
pobre bisagra entre voraces

el amor es un sueño abierto
un centro con pocas filiales
un todo al borde de la nada
fogata que será ceniza

el amor es una palabra
un pedacito de utopía
y todo eso y mucho menos
y mucho más / es una isla
una borrasca / un lago quieto

sintetizando yo diría
que el amor es una alcachofa
que va perdiendo sus enigmas
hasta que queda una zozobra
una esperanza un fantasmita.










miércoles, 26 de junio de 2019

NUEVOS DIBUJOS DE MI SOBRINO JAVIER 6



Nuevos dibujos de Javier, están realizados con lapices de dibujo. 
Son de esta primavera (2019). 
Espero que os gusten.

















Verano de 2019
Realizados con lapices de dibujo de colores 














miércoles, 30 de enero de 2019

CRUZAR EL RUBICON - "ALEA JACTA EST"


César cruza el Rúbicón


Cruzar el Rubicón. Casi todos hemos usado esta frase alguna vez para decir que vamos a emprender algo de arriesgadas consecuencias y sin posibilidad de marcha atrás. La sentencia viene de antiguo, del 12 de enero del año 49 antes de Cristo. El día en que Julio César se la jugó cruzando dicho río con un único objetivo: plantarle cara a Pompeyo, cargarse la República y erigirse como el dictador de Roma. Por eso cruzó el Rubicón y por eso dijo nada más cruzarlo aquello de: "Alea jacta est" (La suerte está echada). Y que los dioses nos pillen confesados.


Julio César era el gobernador de las Galias. Lo sabemos porque sus tropas traían frita a la aldea de Astérix, y cuando el general ya había ganado todo lo que tenía que ganar en la guerra de las Galias, reclamó a Roma la promesa que le hicieron de ser nombrado cónsul. Pero había dos problemas. Uno, que en Roma no lo querían y dos, que César ya había sido cónsul antes, y la ley decía que tenían que pasar diez años antes de un nuevo nombramiento. Así que el Senado le dijo que nada de cónsul de momento, que licenciara a sus tropas y se volviera a Roma, pero sin el cargo. La respuesta mosqueó mucho a César, porqué si se plantaba en Roma sin el suficiente poder, Pompeyo y el Senado se lo cargarían en cualquier momento. Por eso cruzó el Rubicón.




Y el Rubicón es en realidad un río bastante escuchimizado, un riachuelo de caudal ridículo comparado con la grandeza con la que ha pasado a la historia. Pero en la antigua Roma, este río tenía un significado crucial, porque marcaba el límite del poder del gobernador de las Galias. Si se cruzaba por las buenas, en plan paseo bucólico, vale, pero si se atravesaba con las tropas y malas intenciones, significaba declararle la guerra a la República de Roma. César, cabreado por no haber sido nombrado cónsul, en vez de disolver sus tropas, las reunió y cruzó el Rubicón. Aunque cuentan que se paró en la orilla gala y dijo, lo cruzo... no lo cruzo. Venga. Alea jacta est. Ese día murió la República de Roma.


Río Rubicón - Italia

Libro: Menudas historias de la Historia
             Nieves Concostrina.