El Condado de Washoe, Nevada, es una de las atracciones turísticas más extrañas de Estados Unidos. Fue creada accidentalmente en 1916 durante la perforación de pozos de petróleo: el agua calentada por la energía geotérmica escapó a la superficie, provocando este espectáculo multicolor. El géiser se compone de diferentes minerales y algas termófilas que liberan chorros de agua que llegan a los 1.5 m en el ambiente. Esta terraza se compone de alrededor de 40 piscinas de agua en un área de 30 hectáreas. La combinación del color y la apariencia plástica dan una sensación psicodélica gracias a los colores metálicos que brillan intensamente debido a los rayos de Sol.
Según otras fuentes fue mientras se hacían prospecciones por la zona buscando una fuente de energía geotérmica. Comprobaron que el subsuelo no emitía suficiente calor como para ser aprovechado como fuente de energía. Por accidente, el depósito a presión fue perforado y el líquido empezó a salir por el agujero que habían hecho los operarios que, en vez de volver a taparlo, lo dejaron como estaba.
El agua no ha dejado de fluir a través del agujero y el carbonato cálcico disuelto en ella ha ido saliendo a la superficie. Al ser más denso que el líquido, el mineral ha ido cayendo alrededor de la boca del agujero, acumulándose con los años. Los colores con los que está teñida su superficie, y que le dan un aire extraterrestre al panorama, están provocados por colonias de algas termófilas que pueblan su superficie.
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