Un llamador de ángeles es una esfera de plata de ley que emite un sonido armonioso cuando se agita y tiene la facultad de proteger y favorecer al bienestar de quien la posee.
Se suele llevar a modo de colgante, aunque también puede ser ubicado en el hogar, preferiblemente en una puerta en la habitación de un bebé o sobre la cuna, porque, al abrir y cerrar la puerta o mecer la cuna, provocaremos que el llamador de ángeles se mueva y haga sonar su armonía protegiendo al bebé. A pesar de que el llamador es de beneficio exclusivo para la persona que lo lleva, este protegería también al futuro hijo incluso estando en el vientre de la madre. Para esto se utiliza una cadena más larga que quedaría a la altura del estómago, de esta forma el llamador quedará a la altura del bebé, protegiéndolo, aunque después del nacimiento cada uno deberá tener uno propio. También hay personas que cuelgan varios como en un carillón cerca de las ventanas produciendo un bello sonido cuando el aire le hace moverse y así proteger la casa.
Los llamadores de ángeles producen un sonido armonioso y agradable, como el de unas campanillas, que según la tradición y leyenda, es un sonido que avisa a nuestro “Ángel Guardián” de que necesitamos su presencia y su suave y armonioso sonido les hace saber que alguien a quién aman les necesita.
Existen muchas leyendas sobre la historia y el origen de estos llamadores, pero quizá la más conocida y hermosa de todas sea esta leyenda celta:
Cuentan que hace miles de años, los humanos vivían en contacto directo con sus Ángeles Guardianes, y que, por alguna razón, probablemente vinculada al Pecado Original, tuvieron que dejar de convivir con ellos. Los Ángeles, muy apenados por esta separación decidieron obsequiarles con éstos colgantes esféricos de plata pura que, al agitarlos, sonaban como campanillas y servirían para avisarles cuando fueran más necesarios.
Estas esferas se convirtieron en un símbolo de protección. Los Ángeles se despidieron de los humanos y diciéndoles que aunque ya no los volverían a ver, si se sentían en peligro, desprotegidos o simplemente tristes, sólo necesitaban agitar la esfera, ya que, cuando escucharan su sonido, el Ángel Guardián de cada uno, acudiría en su ayuda para cuidarle y protegerle.
Aunque los Ángeles pusieron una condición: el colgante debería de ser de uso exclusivo y personal, pues todos tendrían un sonido propio y reconocible por cada Ángel de la Guarda, y no podía ser prestado, llevado o tocado por ninguna otra persona, sólo por su dueño. Si se contravenía esta condición, la magia y protección de la esfera desaparecería.
También explicaron a los humanos que el mismo colgante podía ser utilizado por una madre y su bebe mientras éste se encuentra en su vientre, ya que en este estado, ambos comparten un Ángel Guía. Una vez que el bebé hubiera nacido, la madre debía decidir si el colgante se utilizaba para su protección o para la de su hijo recién nacido”.
Es una leyenda que me gusta mucho, yo tengo uno hace muchos años y en algunas ocasiones en las que puedo estar nerviosa o inquieta por algo lo empiezo a mover y poco a poco me tranquilizo. Se puede creer o no, eso depende de cada uno.
Es una preciosa leyenda. Mafar. Aquí en Argentina se usan más los modelos que se cuelgan en el interior y exterior de las viviendas que los otros, pero me parece hermosa la idea de que la madre embarazada lleve uno a la altura del estómago como protección angelical para su bebé. Hermosa entrega ;)!
ResponderEliminarBesos!
Fer
A mi siempre me llamaron la atención y me auto-regale uno, es hermoso pensar que puede haber alguien que siempre vela por nosotros. Gracias por estar Fer.
EliminarUn besazo, mafar
Creas en ellas o no, no dejan de ser bellas leyendas.
ResponderEliminarSegún veo, estos "llamadores de ángeles" serían como amuletos pero en lugar de proteger del mal, llaman, como su nombre indica, al bien.
Lástima que solo puedan ser protegidos c por su ángel guardián quienes posean uno de ellos. Yo preferiría que fuera como mi madre me lo contaba, que todos tenemos uno a nuestro lado y que no nos abandona.
Ya debes conocer aquella oración que decía: "Ángel de la guarda, dulce compañía, no me dejes solo ni de noche ni de día, no me dejes solo que me perdería".
Un abrazo angelical.
Conozco esa oración y también la de cuatro esquinitas tiene mi cama... bellos recuerdos de niñez. Para mi no significa que no tengamos un ángel guardián, dejémoslo en que algunos se enteran antes de nuestros problemas!!!
EliminarGracias Josep otro abrazo para tí :))!!
Preciosa leyenda del llamador de ángeles, me ha gustado mucho, son ideales para cuando estamos embarazadas, saludos
ResponderEliminarUna maravilla la historia del llamador de ángeles, una leyenda muy bonita para un producto ideal de regalo para una premamás, saludos y enhorabuena por el blog, me gusta mucho
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