San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza
Las Fiestas de San Isidro Labrador son fiestas patronales que se celebran anualmente en Madrid, durante un periodo de varios días en torno al 15 de mayo. Se caracterizan por las romerías, verbenas, atracciones y diversos espectáculos tradicionales. La romería de San Isidro es una de las más “castizas”, la celebración de esta festividad tiene lugar sobre todo en la “Pradera de San Isidro”, en las calles aledañas y como no con la procesión del Santo y la misa en la pradera junto a la ermita. Estas fiestas fueron inmortalizadas en diversos cuadros como por ejemplo el de Francisco de Goya representando la popularidad de esta fiesta a finales del siglo XVIII.
La festividad, su celebración así como sus tradiciones giran en torno a la asociación que hay entre el agua y San Isidro. Es costumbre ir en romería el día 15 de mayo a beber el "agua del santo" que brota en un manantial anexo a la Ermita de San Isidro. Estas celebraciones se mezclan con la costumbre de merendar en las praderas colindantes, si el tiempo lo permite.
Un poco de historia:
San Isidro nació en
Madrid en abril de 1082. Según cuentan relatos de la época el santo poseía el
don de encontrar agua fácilmente. Algunos de los manantiales que encontró
fueron considerados como lugares mágicos, incluso algunos de ellos como milagrosos. Contrajo
matrimonio con María, nacida en el pueblo de Caraquiz en la provincia de
Guadalajara. Durante un tiempo, debido a los ataques almorávides a Madrid, se
marchan a vivir a Caraquiz, hasta que en el
año 1119 vuelven a la capital, ocupando una casa cercana a la Iglesia de San
Andrés, donde San Isidro vivió hasta su muerte el 30 de noviembre de 1172, su
esposa regresa a Caraquiz donde pasó sus últimos días. La muerte del santo hizo
que su fama se acrecentara durante el siglo XV.
Celebraciones en la ermita de San Isidro |
El cuerpo del Santo fue
exhumado por primera vez en abril de 1212 e introducido en un sepulcro de la
Iglesia de San Andrés (Madrid), donde permaneció hasta 1266. La devoción al
Santo fue creciendo y su cuerpo a veces era llevado en procesión con el objeto
de invocar lluvias. En 1520 Juan de Vargas solicita permiso papal para
construir en la Plaza de la Paja una pequeña capilla dedicada al santo, y para poder
colocar allí sus restos. Juan de Vargas manda construir en 1528 una ermita
dedicada a San Isidro, este edificio se encuentra a las afueras de la ciudad, y
es el que dio origen a la visita que anualmente hacemos los madrileños a la
llamada “pradera” de San Isidro. Fue beatificado el 14 de julio de 1619 y se
fija la fiesta para el 15 de mayo. El cuerpo del santo se introdujo en 1692 en
una caja de madera regalada por Mariana de Neobourg, esposa de Carlos II. La
canonización hizo que se buscara un nuevo emplazamiento para sus restos y en
1669 se traslada a la capilla de San Isidro. La devoción del Santo que tuvo
Carlos III hizo que los restos fueran trasladados (por quinta vez) al Colegio
Imperial. Actualmente se encuentran en la colegiata que fue construida en el
siglo XVII como iglesia del antiguo Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, y
que se encuentra anexo al Colegio. En ella se custodian los restos mortales de
san Isidro, patrón de Madrid, y de su esposa, santa María de la Cabeza.
Delante de la Ermita de
San Isidro existe una pradera que recogía a los primeros madrileños que querían
disfrutar de su romería. El cuadro La pradera de San Isidro, pintado por
Francisco de Goya en 1788, es un ejemplo de la importancia que adquirió esta
celebración en el pasado. Veinte años después esta ermita recibe la ocupación
de los franceses en la que desaparecen numerosos objetos donados por los reyes.
Tras este periodo los madrileños recorrían la cuesta de la Vega y la calle
Segovia para acabar en la ermita para reverenciar los restos y para beber del caño de la
fuente mientras era costumbre recitar:
San Isidro hermoso,
patrón de Madrid,
que el agua del risco
hiciste salir
La pradera de San Isidro - Francisco de Goya |
De izquierda a derecha rosquillas listas, tontas, francesas y de Santa Clara |
Es costumbre ya desde el
siglo XVI la de merendar en el césped de la pradera y aprovechar el agua de los
manantiales cercanos. Los múltiples puestos en los alrededores vendían
rosquillas (Rosquillas del Santo), entre las más conocidas y populares se
encontraban, las tontas (sin recubrimiento), las listas (con baño de azúcar), las
de Santa Clara, las francesas. Son igualmente tradicionales los
"torraos" y las almendras garrapiñadas, las manzanas caramelizadas, los encurtidos,
los escabeches. Igualmente era costumbre comprar botijos (coloraos de Alcorcón,
o los amarillos de Ocaña), pitos con flores de cristal (los denominados pitos
del Santo). Las bebidas habituales eran los «chicos» de Valdepeñas (vasos de vino),
la «clara con limón» y las limonadas.
El escritor Benito Pérez Galdós nos recuerda en su obra
"Mayo y los Isidros" que era costumbre viajar a Madrid para esta
celebración, de esta forma la capital se llenaba de extranjeros recorriendo las
calles. La mejora de las comunicaciones hizo que numerosos habitantes de las
afueras asistieran el 15 de mayo a estas celebraciones, a estos visitantes foráneos
se les denominó con el mote de "Isidros". La romería durante el siglo
XX fue trasladada a la antigua dehesa de la Arganzuela y luego a la Casa de
Campo, pero en 1941 se volvió a recuperar la tradición de asistir a la pradera.
En la actualidad las
celebraciones se reparten a lo largo de toda la ciudad, las diversas casas
regionales ubicadas en Madrid suelen hacer bailes regionales en la Plaza Mayor, acontecimientos gastronómicas, verbenas de barrio, ferias taurinas, actos religiosos,
actos deportivos como regatas en el río Manzanares, etc. Cada 15 de mayo es
costumbre que los madrileños se reunan para comer en la famosa pradera y beber
el agua que sale del caño de la ermita. El paseo que da a la ermita se llena de
puestos con diversos elementos gastronómicos de la cocina madrileña como pueden
ser la fritura de las gallinejas y los entresijos, bocadillos, encurtidos
diversos (banderillas, aceitunas, berenjenas de Almagro). Como si se tratase de un picnic, se extienden mantas en el suelo
para disfrutar de la tortilla de patata, los pimientos verdes fritos, la
empanada, el vino (preferiblemente en bota) o un cocido madrileño gigante que posteriormente se reparte. El
ambiente de verbena se llena de tiovivos. También es típico bailar un chotis
vestido de chulapo y comprar las tradicionales rosquillas en los puestos de la
feria.
Música típica de las verbenas de Madrid, "El chotis"
interpretado en esta ocasión por Olga Ramos (1918-2005)
cupletista española, violinista y actriz, en su antiguo local, ya desaparecido,
"Las noches del cuplé" en la C/de la Palma - Madrid
Algunos fotos relacionadas con las fiestas de San Isidro y carteles de las fiestas en diferentes años:
Ermita de San Isidro |
Colegiata de San Isidro el Real |
Procesión de San Isidro en la Plaza Mayor |
Imagen de Santa María de la Cabeza |
Pradera de San Isidro sobre los años 60 |
Pradera de San Isidro en la actualidad |
Gigantes y Cabezudos - fiestas de San Isidro |
Fiestas en Madrid sin importar la época
Fiestas de Madrid, tradiciones y costumbres que esperemos continúen sin importar los tiempos, épocas y modas. |
Capilla de la Cuadra de San Isidro
La Capilla de la Cuadra de San Isidro (denominada también
Cuadra de San Isidro) es una pequeña capilla de advocación a San Isidro
Labrador que según cuenta la tradición popular era la cuadra (Caballeriza)
donde guardaba los bueyes de la labranza. La cuadra era mayorazgo propiedad de
la familia Vargas (concretamente de Iván Vargas), señores de Isidro. A
comienzos del siglo XXI se encuentra en los bajos de una casa que data del
siglo XIX (año 1859). La capilla se encuentra cerrada durante todo el año, con
excepción del 15 de mayo en que es posible visitarla con motivo de la
celebración de las fiestas de San Isidro Labrador. La Capilla ha sido declarada
Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico por la Comunidad de
Madrid.
La tradición popular asigna al lugar donde se encuentra
la capilla el sitio donde San Isidro guardaba sus animales. Lugar donde
posiblemente durmiera en algunas ocasiones, como corresponde a la costumbre de
los campesinos. De ser cierto, la capilla es posterior al siglo XII. La ermita
surge del corral propiedad de los Vargas.
Uno de los milagros atribuidos a San Isidro:
María e Isidro tan sólo
tuvieron un hijo, al que las tradiciones populares le atribuyen el nombre de
San Illán. Uno de los milagros más conocidos del santo es aquel según el cual
el niño cayó a un pozo muy profundo. Santa María rogó a su marido que lo salvase
y al instante el agua del pozo subió milagrosamente hasta el brocal, llevando al
niño sobre sus aguas intacto.
El pozo se encuentra en la que fue casa de Iván
de Vargas, amo de Isidro, actual Museo de los Orígenes, llamado hasta 2007
Museo de San Isidro, un edificio reconstruido modernamente. A finales de 2012
vuelve a llamarse Museo de San Isidro.
Ojalá estas bonitas fiestas y tradiciones populares nunca se pierdan. Son lo que le dan el color al alma de una ciudad, y Madrid sí que lo tiene.
ResponderEliminarUn beso!
Fer
Yo también lo espero, forman parte del hacer y el sentir de los madrileños. Somos una ciudad alegre y hospitalaria a pesar de los malos tiempos.
EliminarQue perduren y todos las podamos seguir disfrutándo!!
Un besazo mi Fer!!
mafar